Vacaciones… de los hijos

Cuando llega el verano y las vacaciones del colegio con él, también comienza una preocupación para los padres: ¿qué van a hacer en esos días? Muchos encuentran la respuesta en los cursos de verano que ofrecen diversas instituciones. Sin embargo, cada día tiene más tiempo que el que ofrece un curso de verano matutino… y que los chicos completen el tiempo viendo la tele o jugando videojuegos no es la mejor alternativa.fin-de-colegio-vacaciones-verano-cuentamesister

Opino que los padres primero deberían plantearse en qué son buenos sus hijos y qué cualidades le falta desarrollar porque así les conviene o porque han mostrado poco avance durante el año. De esto quedan claras las prioridades que requieren acciones para ser llevadas a la practica. Con esa información, hay que ver qué curso o taller necesitan mis hijos y también qué otras cosas pueden hacer en el tiempo libre.

Dicho eso, propongo -a los padres- un plan de acción:

Una vez definidas las prioridades, elegimos las actividades (desarrollo personal, talleres, cursos, juegos, salidas, etc.) y el horario. Cada día se pueden considerar actividades permanentes (como una hora fija para levantarse, el orden del dormitorio, el aseo personal, el desayuno y la hora de acostarse). Luego, pueden acudir a algún taller deportivo o curso más amplio que ocupe la mañana (o crear alguno propio). A mediodía llega el almuerzo: acostumbrarse a comer en la mesa, sin medios electrónicos, usando todos los cubiertos, charlando, etc. Después de almorzar cabe dejar «tiempo libre» para que los chicos hagan cosas que les interesan. Por la tarde, pueden alternarse los padres u otra persona para hacer una hora de repaso de matemática, comunicación, historia u otra cosa (regularmente, el colegio aconseja repasar en el verano las asignaturas con menor calificación) un par de días a la semana; otros días, se les puede hacer un curso de computación (aprovechando en mostrarles el lado productivo de los dispositivos -el lado lúdico suelen ya conocerlo), de cocina (hacer galletas, preparar sandwiches, hacer una ensalada, etc.), de danza (bailar con ellos…), de manualidades (origami, bricolaje, adornos, pulseras, etc.), de dibujo (que dibujen cosas que les parezcan bonitas, importantes, etc.), de jardinería (poner frejoles en un vaso y verlos crecer es maravilloso y luego pasarlos a una maceta,  cuidar las flores, etc. ), de minichef (que conozcan los detalles de la cocina, que laven unas papas y las sancochen…), de música o de lo que sea, de acuerdo a las habilidades de los padres. Se pueden turnar cada día para hacer la oración tanto al comenzar y al terminar el día, como en las comidas.

 

Es ideal que alguno de los padres les acompañe durante las actividades, pero el empleo no siempre lo permite. Sin embargo, sí pueden comenzar y acabar juntos la jornada (al menos uno de los dos padres, alernativamente). Este plan puede ser una guía para la persona que se queda con ellos, sirve para ayudar a que los hijos aprendan a administrar el tiempo y para darle contenido a las llamadas telefónicas que se hacen a los hijos desde el trabajo.

…Y los fines de semana son para pasarla juntos saliendo a la playa (a acampar, al parque, a montar bicicleta…), comiendo, viendo alguna película, visitando museos o parques de diversiones, visitando a la familia, yendo a la misa, etc. Pero sin descuidar el orden, no vaya a ser que el fin de semana deconstruyamos lo avanzado durante la semana.

Ahora bien, no hay que olvidarse de considerar las fortalezas y necesidades de los hijos, su edad, etc. Cuando van creciendo, ellos pueden «dictar» algún curso (que sepan hacer bien, que les guste) a sus hermanos.

Esta es una propuesta y cada familia puede adoptarla a sus características. De todas formas, sirve para aprovechar el tiempo de manera constructiva para la mejora de cada uno de los participantes a través de diversas actividades formativas.

 

Acerca de David Arévalo

Soy un Educador y Profesor de Filosofía.

Publicado el enero 26, 2016 en familia y etiquetado en , , , , . Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.

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