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Gigantes de acero (Real Steel)


Viendo la película tan bien protagonizada por Hugh Jackman, pienso que la trama tiene por fondo la historia de dos personas (Charlie y Max) cuyas vidas se ven confrontadas por una oportunidad de ser mejores que como son y superar los errores del pasado.

Pienso que esta situación es frecuente en la vida: la toma de decisiones. Algunas decisiones nos hacen peores y eso está muy bien representado en la puesta en escena de un Charlie «acabado» y mediocre pero que antes fue una estrella; sin embargo, nuestra vida sigue su dinamismo y por ello el protagonista es confrontado por la novedad más radical que puede haber (Hannah Arendt comentando a San Agustín): un hijo (Max), que está comenzando a tomar sus decisiones.

Fruto de esta coyuntura y de las bellas personas que les rodean tanto a Charlie como a Max, ambos deberán tener valentía y llegar mucho más lejos que donde estaban al comienzo. Mientras se realiza este avance y en la medida en que Charlie lo asume, se le nota como más feliz, más seguro, más firme, más padre para su hijo.

Me pregunto si a pesar de la rutina de la vida cotidiana, logramos detectar las oportunidades que se presentan para ir más allá de donde nos encontramos, para ser mejores que como somos y ser más felices.

Parte de la vida humana se juega en ello, me parece.